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 A LA DAMA AMADA 

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Me quedo con la Luz de tu mirada.

Me gustan ésos ojos almendrados.

Color turquesa, son dos aguas marinas ...

Son Tablas de Esmeralda, Filtros de Tornasol ...

Son la nobleza del gesto en la mirada.

Son como brasas de fuego en la chimenea.

Son como el Cielo, o nubes de Tormenta ...

Son como el Petricor cuando la lluvia pasa.

Me quedo con la Luz en la mirada.

Me quedo con tus labios sonrosados,

Del color de un día sonrojado.

Son como el vino tinto en misa de Sábado,

Son como el rito de un beso deshojado.

Con tu aliento tu piel pálida alimento.

Quisiera besarte hasta el fin del tiempo.

Acariciar ésos pámpanos abiertos... Sentir tu Corazón 

Cómo se escapa de tu pecho.

Labios de sonrisa etrusca y Eterna a un tiempo.

Te Amo como te Amé sin antes conocernos.

Y en cuanto te vi, dije: La Dama Amada.

Cómo brilla con el rocío de la mañana,

Como el foco de una polilla disecada.

Eres bella y dulce como la Cereza del Pachá.

Me quedo con tus labios sonrosados,

La ostra con el limón en la comesura de la boca.

Me quedo como un Goya, un Velázquez, un Picasso o un Dalí.

Colgado de tu Belleza Soñadora.

Ya no me quedan palabras. Sólo los besos de ésas Almendras 

De Turquesa, de la mirada de ésos labios sonrosados 

Que se pierden en la Noche de Fiesta en Fiesta.

Te quiero porque he perdido la Cabeza.

Alejandro Pes Casado.