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 Participante 5

EL UMBRAL

El tren de vapor llegó hasta su destino.

Todos los pasajeros bajaron, y se pusieron a dar vueltas por la estación como autómatas, en espiral en sentido de las agujas del reloj...

El niño y su padre se detuvieron por un instante.

El niño no sabía qué pasaba, nadie emitía el más mínimo sonido.

Su padre le dijo: "— Cógete a mi mano y no la sueltes..."

Dieron las consiguientes vueltas en espiral hasta un lugar del edificio acristalado y con una puerta automática.

Despertó. Su padre, fallecido hacía tres meses, había aparecido en el Umbral de sus Sueños.

Alejandro Pes Casado